Tierna, esponjosísima, suave, ligera, dulce y delicada, así es esta tarta de queso japonesa. El postre ideal para celebrar San Valentín , patrón de los enamorados, el próximo domingo. Si aún no la has probado ya tienes la excusa perfecta ;-)
Uno de los ingredientes que lleva esta tarta es gasificante. Lo encontrarás en los súper junto a la levadura. Generalmente vienen 2 sobres unidos, uno es el gasificante propiamente dicho, y el otro es acidulante. Para esta tarta sólo necesitas el gasificante (unos 3 gr de bicarbonato sódico). Si no tienes puedes sustituirlo por levadura tipo Royal, aunque el sabor final será algo diferente.
Debes hornear la tarta al baño maría, es decir, has de poner tu molde dentro de otro recipiente más grande con agua. Este sistema permite dar calor a la tarta de manera uniforme y lenta, y así conseguimos que se quede tan sumamente esponjosa. Durante la cocción en el horno esta tarta sube muchísimo. Cuando acabe la cocción apaga el horno y déjala reposar 5 minutos dentro antes de sacarla. No te preocupes si se baja, es normal, siempre se baja un poco y se queda como arrugadita, tal como la ves en las fotos.
Esta tarta es una verdadera delicia por sí sola, pero si además la acompañas de un coulis de arándanos ya es insuperable. Si no te apetece preparar el coulis, espolvorea con azúcar glas.
Si te animas a hacer ésta o cualquier otra receta, puedes compartir tu resultado en nuestra página de Facebooko publicarla en Instagram etiquetando @Cookinaria. Nos encanta ver vuestros platos ;-)
¡Feliz fin de semana!