El guacamole es una de las salsas más fáciles de preparar que conozco, ¡y de las más ricas! Si nunca lo has preparado en casa te animo a que lo pruebes porque el resultado es notablemente mejor que el guacamole que puede comprarse preparado. Lo tendrás listo para comer en solo un par de minutos , y más sencillo imposible. Acompañado de unos nachos es un aperitivo estupendo para abrir boca.
Si utilizas Mycook es todavía más sencillo de preparar porque no tendrás ni que picar los ingredientes. En esta receta picamos los ingredientes en 3 pasos: en un primer momento picamos la cebolla y cilantro a velocidad más alta porque deben quedar muy picados. El tomate lo picamos a una velocidad algo más baja para que nos quede en taquitos. Y por último el aguacate, que siempre debe estar bien maduro, lo trituramos a menos velocidad aún para imitar el resultado de aplastarlo con un tenedor, nos quedará machacado pero con algunos trozos.
Es fundamental elegir aguacates maduros, la piel debe estar oscura y deben estar blandos, al tocarlos con los dedos debes notas que se hunden ligeramente.
El aguacate se oxida rápidamente en contacto con el aire, el limón ayuda a preservarlo pero si te sobrarecuerda taparlo bien y conservarlo en la nevera. A menudo he oído que si dejas en el guacamole el hueso del aguacate éste ayuda a evitar que se oxide. No sé si esto será cierto pero mi impresión es que lo que realmente oxida el aguacate, (como el resto de las frutas), es el contacto con el aire. Así que tápalo bien y evitarás que coja ese color oscuro ;-)
¡Buen fin de semana!