Cuando mi padre probó esta tarta dijo que ¡era la mejor tarta de queso que había probado jamás! Y la verdad es que a mí también me parece deliciosa, refrescante y muy ligera, es de mis favoritas. Te sugiero que pruebes el glaseado tras el paso 4 y ajustes de azúcar en función de tu gusto por los cítricos y del grado de acidez de tus limas, porque no todas son iguales.
Es una tarta bastante sencilla pero un poco laboriosa por los tiempos de espera en la nevera. Yo suelo preparar la tarta de queso el día anterior, y trabajo el glaseado unas 3 o 4 horas antes de servirla, tiempo justo para que esté perfecta.