Ya estamos en Junio y la temporada de ruibarbo está a punto de acabarse, así que hemos aprovechado y hemos preparado esta riquísima tarta de ruibarbo. En este post os explicábamos qué es el ruibarbo , dónde comprarlo y cómo conservarlo para poderlo disfrutar fuera de temporada.
La primera vez que yo lo probé fue justamente en un rhubarb pie, una tarta de ruibarbo inglesa muy similar a la receta de hoy, durante unas mini-vacaciones en la campiña inglesa visitando a mi amigo Steve, que por aquel entonces recuerdo que vivía en Surrey, en un garaje reconvertido en casa. La casita en cuestión no eran más de 20 ó 30 metros cuadrados y estaba un poco destartalada, pero estaba rodeada de un jardín increíble, con todo tipo de flores y árboles, incluso había un arroyo que atravesaba el jardín con un puentecillo de madera. Era un pequeño paraíso. Una tarde merendando en un café del pueblo probé la tarta de ruibarbo y ahí empezó mi idilio con esta fruta-verdura.
Desde entonces lo he perseguido allí donde he tenido oportunidad. En Francia también son muy frecuentes las tartelettes au rhubarbe. Raúl lo probó hace muy poco gracias a mi insistencia, y ahora también se ha vuelto fan del ruibarbo , y especialmente de esta tarta de ruibarbo , con la que disfrutó muchísimo :-)
La receta es muy sencilla, con una base de masa quebrada, (que podemos hacer en casa siguiendo esta recetao comprarla ya preparada según nuestra disponibilidad), y un relleno a base de huevos y nata, que sería como una versión dulce de una quiche, a la que agregamos el ruibarbo. El resultado es una delicia: masa crujiente, relleno blandito y una combinación dulce y ácida perfecta.
Si encontráis ruibarbo ¡no dejéis escapar la oportunidad y probad esta tarta!