Estas croquetas de garbanzos con espinacas y hierbabuena no son más que una versión "a mi manera" del falafel.
Se trata de un plato vegetariano y muy nutritivo que viene muy bien como receta de cuaresma. Los garbanzos no van cocidos, sólo hidratados, de esta manera tienen un sabor mucho más intenso, que junto con las especias y el toque extra de hierbabuena lo hacen un plato muy sabroso. Se puede servir como entrante o aperitivo, o con ensalada, pan de pitta y salsa blanca.
Para hacer la salsa blanca sólo tienes que poner en tu Mycook un yogur natural, un diente de ajo, el zumo de medio limón, aceite de oliva, sal y pimienta, y triturar unos segundos a velocidad 6.